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05.02.14. ¿Cuánto podemos ahorrar en la factura “de la luz” en una vivienda?.

El ejemplo corresponde a una vivienda en España en la que viven tres adultos y dos niños. La vivienda no tiene vitrocerámica y la calefacción no es eléctrica, aunque utiliza algún radiador eléctrico. Únicamente hay una lámpara de bajo consumo en toda la vivienda. Primero vamos a analizar la factura de la luz para saber qué es lo que estamos pagando.
La factura corresponde a un período de dos meses y la energía consumida en ese tiempo fue de 624 kWh. La potencia contratada, 4,4 kW. De los 137,35 euros a pagar únicamente 81,74 corresponden a consumo, el resto son cantidades fijas en función de la potencia, impuesto eléctrico, alquiler de equipos y el 21% de IVA. Es decir, en el consumo únicamente podremos actuar sobre los 81,74 euros para reducir la factura bajando el consumo de energía de los 624 kWh. De los 624 kWh de energía consumida corresponden a iluminación únicamente 44,16 kWh, los restantes 579,84 kWh corresponden a fuerza (frigorífico, TVs, aspirador, lavadora, secador de de pelo, etc.). Es decir, de los 81,74 euros en iluminación hemos gastado 5,78 euros y en fuerza 75,96 euros.
En una vivienda el consumo en iluminación suele ser siempre muy bajo comparado con el consumo en fuerza.

La primera conclusión que sacamos es que ya podemos dedicarnos a comprar y cambiar bombillas que en la factura de una vivienda apenas lo notaremos. Aunque reduzcamos el consumo en iluminación a la mitad estamos hablando en este caso de un ahorro en iluminación de unos 3 euros cada dos meses. ¿Cuánto tiempo necesitamos para amortizar el dinero invertido en el cambio de lámparas?.
La segunda conclusión que sacamos es que donde realmente se nos va el dinero es en fuerza, además de en impuestos.
El cliente de este ejemplo, quería una solución de ahorro en la que no tuviera que cambiar electrodomésticos ni realizar ninguna inversión, a parte de los 30 euros que le cobramos nosotros por nuestras recomendaciones.
Sin modificar sustancialmente los hábitos de consumo, sin realizar ninguna inversión adicional y sin tener que “desenchufar aparatos”, a partir de nuestras recomendaciones redujo el consumo en fuerza a 394,40 kWh, quedándole la factura siguiente en 106,45 euros. Le recomendamos también bajar la potencia contratada a 3,45 kW ya que consideramos que no necesitaba tanta potencia contratada, con lo que la factura hubiera bajado en este caso a 99,67 euros, pero de momento no lo ha hecho.

Las facturas siguientes estuvieron entre los 100 y 110 euros, en lugar de los 135 y 150 que pagaba habitualmente. El ahorro anual esperado habiendo seguido solo algunas de nuestras recomendaciones estará sobre los 230 euros. Siguiendo todas nuestras recomendaciones, sin cambiar electrodomésticos ni hacer ninguna inversión, podría bajar la factura final hasta los 89 euros. Una reducción anual de aproximadamente 300 euros. Reducir más la factura requiere ya soluciones más drásticas.

Miguel Alvarez.

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